Las pequeñas y medianas empresas (PYME) suelen mantener sus esfuerzos enfocados en la operatividad financiera y en el crecimiento de sus negocios a través de transacciones tradicionales (venta de productos o servicios). Pero ¿qué pasaría si a esto le agregamos inversiones inteligentes en el mercado de valores? El resultado puede ser un capital de inversión que ayude a estos empresarios a alcanzar metas como abrir una nueva sucursal, adquirir nueva maquinaria, desarrollar un nuevo producto o crear la infraestructura para ofrecer un nuevo servicio.
Dependiendo de las necesidades y las metas de cada empresa, existen diferentes alternativas para que las pymes puedan invertir sus recursos financieros más inteligentemente. De esta forma, les será posible generar una renta financiera que complemente la ganancia operativa de sus negocios.
Para incorporar las inversiones al manejo activo de las finanzas de una empresa, lo primero es comprender cómo funciona el mercado de valores antes de comenzar a invertir, lo segundo es buscar asesoría especializada y luego, en un tercer paso, separar los fondos que se destinarán a las inversiones. El capital de inversión de las pymes puede provenir de un excedente de caja que no tenga un propósito inmediato o de un fondo para un proyecto futuro.
Al comenzar a invertir, es importante ir construyendo un portafolio diversificado que integre diferentes tipos de instrumentos del mercado de valores. Estos pueden ser de Renta Fija, como son los bonos, papeles comerciales y forwards; o de Renta Variable, como las acciones, cuotas de fondos de inversión y fideicomisos de oferta pública. De esta forma, se busca mantener y lograr un equilibrio con las inversiones y las fluctuaciones propias que pueden suceder en el mercado.