Bajo este contexto, indica que las proyecciones para el próximo año son revisadas a la baja, previéndose un crecimiento de 4.5%.
De acuerdo con la publicación, dada la postergación temporal del plan de desmonte del subsidio eléctrico, los subsidios a los combustibles nacionales y la implementación oportuna de políticas monetarias, se prevé que la inflación doméstica cierre el presente año en 7.2% (inferior en 0.8 p.p. al Panorama Macroeconómico de agosto).
Asimismo, que la inflación promedio se ubique en 8.7% (disminución de 0.3 p.p. con relación a las últimas previsiones). Se espera que la inflación continúe un proceso de convergencia hacia el rango meta en la primera mitad de 2023, y se ubique a cierre de año en torno a 4.5%.
Según el Panorama Macroeconómico, se prevé que el deflactor del PIB cierre el 2022 con una variación anual de 10%, guiado por mayores precios de los insumos de producción, en especial los materiales de construcción, para luego ubicarse en 6% en 2023.
“Dado el comportamiento de los precios y el crecimiento real pronosticado bajo este panorama, el PIB nominal crecería en 15.8% en 2022 y 10.8% en 2023”, resalta el informe.
Agrega que, a raíz de un mayor flujo de divisas, debido a la recuperación del sector turístico y un mayor dinamismo del sector exportador, se ha observado una tendencia apreciativa del tipo de cambio.
En este contexto, señala que se prevé que la tasa de cambio promedio cierre en 55.15 pesos por cada dólar, una reducción de RD$0.10 con respecto al pronóstico de agosto 2022 y una tasa de apreciación de 3.7% en relación con el promedio de 2021.
Entorno internacional
A nivel internacional, el informe puntualiza que el balance de riesgo continúa dominado por las presiones inflacionarias -más persistentes de lo previsto en algunas economías avanzadas- la incertidumbre sobre el desenlace del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania y sus efectos en el mercado global; así como condiciones financieras más restrictivas.